jueves, 22 de noviembre de 2007

Colaboraciones: Los consejos de un noble anciano al aprendiz, de Vicente Fonseca

A Vicente Fonseca también le conocí en mis visitas a la sede de las Noches del Baratillo. Era uno de los pocos que se atrevía a leer relatos entre quienes solían recitar poesía. Además, se dio la casualidad de que, como yo, procede del mundo de la informática, de la consultoría de organización y servicios en particular. Así que teníamos puntos en común. Hoy tengo el placer de publicar uno de sus simpáticos cuentos. A Vicente le gusta sorprender al lector y pocas palabras le bastan para alcanzar un desenlace inesperado.

Si quieres que tu relación con ellas vaya bien, lo primero que tienes que hacer es educarlas, que sepan quien manda y a las que se desmadren, dales caña sin miedo; más vale que te teman que te pierdan el respeto. En cuanto te ven débil se te suben encima y hacen lo que les viene en gana. Ellas son así.

Puedo decir con orgullo que he sido siempre uno de los mejores. A mí jamás se me ha escapado ninguna. ¿Por qué? Porque a mi me temían. Eso es lo que debe ser y dejarse de delicadezas cuando llega el momento. De todas las que he conocido, y han sido muchas, no puede lamentarse ninguna, que si he tenido que ser duro algunas veces, también es verdad que a todas he atendido y protegido sin ninguna queja. Por el contrario ellas siempre se están quejando y metiendo ruido, que no se callan ni cuando comen. ¿Se puede saber de qué protestan?...

A ellas no hay quien las entienda. No son como nosotros. Yo me llevo mejor con los hombres y sobretodo con él. El sabe que soy su mejor amigo y que puede contar siempre conmigo sin que haga falta que lo digamos. Cuando estamos juntos él y yo, cada uno vamos a lo nuestro, sin molestarnos, sin incordiamos. Somos más independientes. En cambio ellas...

Con ellas procura estar siempre atento, no bajes la guardia, y ya sabes: mano dura para que sepan quien manda. Esto es la ciencia y la experiencia de un servidor, que por algo me llaman Trueno y tengo por noble oficio ser un perro ovejero.

2 comentarios:

Javier Cercas Rueda dijo...

Hola José Angel, me alegra descubrir en la red a otro sevillano aficionado a los libros. Animo con el blog. Un saludo

José Angel Muriel dijo...

Gracias, Javier. He visitado tu rincón y he visto que procuras recoger y comentar parte del panorama literario. Muy interesante. Y muy acertado el hecho de que seas breve y conciso en tus artículos. Ya sabemos dónde encontrarnos.